Ganadería y Medio Ambiente

El ex - ministro de Medio Ambiente, Juan Mayr Maldonado, expone en forma sencilla la problemática ambiental que supone en Colombia la actividad ganadera de espaldas al ordenamiento ambiental territorial, y aboga por la implementación de alternativas silvopastoriles, que concilien los intereses públicos y los sectoriales:

Ganadería y Medio Ambiente

Colombia ha crecido de manera espontánea y no ha tomado en cuenta la aptitud de su territorio al planificar los procesos de desarrollo. La ocupación del territorio se ha hecho de manera desordenada y las consecuencias están a la vista. Un ejemplo típico ha sido la apertura de las fronteras agrícola y ganadera, en diferentes regiones del país, la cual se ha hecho, en la gran mayoría de casos, sobre territorios que tienen vocación diferente. Una situación que se traduce en una baja productividad y gran ineficiencia económica, pero además en un manejo irracional del medio ambiente, algo que la naturaleza ya nos ha empezado a cobrar.

El caso ganadero ilustra muy bien esta situación. El territorio dedicado para ganadería alcanza los 39 millones de hectáreas en el país, mientras la vocación natural del territorio para esta actividad no supera los 19 millones de hectáreas. Esto quiere decir que 20 millones de hectáreas están siendo mal utilizadas. Para quienes nos preocupamos por el medio ambiente, la ganadería ha sido vista como fuente de deterioro, concentración de la tierra y pérdida de biodiversidad.

La productividad de la ganadería colombiana es baja, con una tasa de extracción cercana al 15%, frente a 27% de Argentina y 23% de Brasil. Esta situación está muy bien documentada en el estudio realizado por Antonio Hernández Gamarra, Importancia de Modernizar la Ganadería Bovina Colombiana, el cual concluye que "a la menor productividad de la ganadería colombiana contribuyen la baja carga de animales por hectárea, una baja natalidad, una alta mortalidad, la poca producción de leche por vaca ordeñada, el escaso incremento diario de peso por animal, el amplio período entre partos, la poca intensidad en el uso de capital y canales de comercialización que muestran precariedad en su organización". A lo cual habría que añadir el escaso cultivo de pasturas para la alimentación especializada".

Sin embargo, esta situación puede llegar a cambiar de adoptarse una serie de políticas que permitan reducir el hato ganadero a 10 millones de hectáreas a partir de la incorporación de sistemas silvopastoriles intensivos, los cuales están compuestos por arreglos agroforestales que combinan arbustos forrajeros, árboles maderables o frutales y pasturas de alta calidad, logrando aumentar la capacidad de carga de cabezas y una mayor productividad por hectárea. No se trata de una especulación o de un milagro, hoy en día el país ya cuenta con ejemplos claros en este campo.

Acabo de regresar del departamento de el Cesar donde la implementación de sistemas silvopastoriles está generando una revolución. Además de restaurar los suelos degradados que dejó la época algodonera y el uso intensivo de agroquímicos, los sistemas silvopastoriles protegen los pastos y la humedad de los suelos, cuidan las aguas, alimentan el ganado y mejoran la calidad en la producción de carne y leche en épocas de verano. La productividad por hectárea ha mejorado al pasar de una carga animal entre 0,5 a 0,8 animales mayores (450 kilos de peso) por hectárea año a 2,5 - 3,0 sin sistemas de riego. Con riego se alcanzan los 4.0 animales por hectárea. En cuanto a productividad esto significa pasar de 150 kilos de carne por hectárea/año a más de 1.500 kg y en leche se pasa de 800 litros a más de cuatro mil por hectárea/año.

Los sistemas silvopastoriles, además, permiten el regreso de aves y otro tipo de fauna, permitiendo la creación de corredores ecológicos para la protección del medio ambiente. Por primera vez la ganadería, al implementar este tipo de sistemas, se convierte en parte de la solución a los problemas ambientales que ha creado durante décadas. Así lo han entendido Fedegan y el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, quienes han iniciado un proyecto, con la asesoría de Cipav para, además de mejorar la calidad del hato ganadero, liberar una gran cantidad de tierras útiles para otro tipo de actividades agrícolas, con lo cual se abren nuevas alternativas de desarrollo para campesinos y empresarios del agro, contribuyendo igualmente a resolver los conflictos por la tierra y consolidar la seguridad y la paz social. Es un imperativo que el nuevo gobierno incluya estos novedosos sistemas como parte de sus políticas para el sector agropecuario.

Mayr, J. 2010. Ganadería y Medio Ambiente. En: El Colombiano, Julio 1. [Consultado el 7 de Julio de 2010] [En línea en: www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/G/ganaderia_y_medio_ambiente/ganaderia_y_medio_ambiente.asp?CodSeccion=219 ]
*Imagen de Juan Mayr Maldonado (Archivo personal).

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